INTRODUCCIÓN ¿DE ESTADO FRÁGIL A ESTADO FALLIDO? Ambos tipo de estados, el frágil y el fallido, tienen mucho en común, pues los dos manifiestan a la ineficacia del mismo y representan la antítesis de los eficaces. El fracaso del Estado denota la falta de autoridad, la fragmentación política, la exclusión social, etc.
Además, en él se percibe una soberanía débil, incluso depredadora para parte de sus habitantes.
La principal diferencia entre estados fallidos y estados frágiles no se refiere a cómo se entiende la autoridad, o más bien la falta de la misma, sino a las herramientas políticas, y el sentido de prioridad con que la comunidad internacional se dirige a un territorio sin gobierno.
El concepto de estado fallido proviene del informe “State Failure Task Force Report” de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos en el año de 1995.
El fin mismo era identificar de manera cuantitativa que países podrían considerarse fallidos y por ende como riesgo a la seguridad internacional y la seguridad nacional de Estados Unidos.
Posteriormente en 2002, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el Consejo de Seguridad de Estados Unidos, definió a los estados fallidos como elementos de riesgo a la seguridad nacional de Estados Unidos y estableció una estrategia integral para la intervención y cooperación en dichos países.
En el concepto de estado fallido se contempla hechos como guerras civiles, inoperancia absoluta del gobierno, guerras con el exterior, existencia de guerrillas que disputan el control territorial y la ausencia absoluta del Estado de Derecho.
Los Estados fallidos son fracasos no solamente nacionales, sino globales, que afectan el conjunto de naciones y que piden y necesitan legislaciones claras y respuestas globales.
Por ello, una buena gestión de estos estados es necesaria para construir un mundo sostenible y en paz
Por ejemplo Irak y Afganistán, los dos frentes principales en la guerra contra el terrorismo. Sus experiencias prueban que no sirve de nada que se destinen miles de millones de dólares de ayuda a la seguridad y el desarrollo si no van acompañados de un gobierno con capacidad de actuar, dirigentes dignos de confianza y planes realistas para mantener la paz y desarrollar la economía
En Siria se apuntan las claves necesarias de paso de estado frágil a fallido para una intervención humanitaria
•Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
•Erosión de la autoridad legítima en la toma de decisiones.
•Incapacidad para suministrar servicios básicos.
•Incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad
internacional.
•Corrupción generalizada en la administración pública.
•Altos niveles de criminalidad.
•Elevado porcentaje de refugiados y/o desplazados.
•Degradación económica de la población.
•Aparición de grupos paramilitares que sustituyen los cuerpos y fuerzas de seguridad del
estado.
DESCRIPCIÓN. El país comparte fronteras con Turquía, Israel, Líbano, Irak y Jordania. Habitada por unos 22 millones de personas, las cuales se dividen entre una mayoría musulmana sunita y una minoría chiíta alauita que ostenta el poder. Además encontramos comunidades ismaelitas, cristianas, kurdas y varios miles de refugiados palestinos e iraquíes.
En marzo de 2011 comenzó una rebelión pacífica contra la dictadura de Bashar al-Assad, la cual mutó en una cruenta guerra civil que ya presenta una cifra de 70.000 víctimas . Además nadie sabe con certeza cuántos sirios se encuentran detenidos por el régimen. La oposición siria pidió hace poco la liberación de todos los presos como condición previa para entrar en negociaciones con el gobierno. Calculan que la cifra de detenidos es de más de 160,000. En este laberinto, donde las presiones de los intereses internacionales
parecen afirmar que todo el mundo tiene algo que decir, promete romper el equilibrio de
Oriente Medio.
Desde que empezó la violencia, en el Consejo de Seguridad de la ONU Rusia y China han impuesto una y otra vez su veto a una resolución que permita una intervención. El enviado especial Kofi Annan, también ha fracasado. No tuvo éxito tratando de imponer un cese al fuego y negociaciones. Los observadores de la ONU ni siquiera han podido acceder a los sitios de las masacres. Incluso, los han apedreado y disparado
Inmovilizado el Consejo de Seguridad de la ONU por el derecho de veto y fracasada la misión pacificadora de Kofi Annan, la geopolítica del conflicto se manifiesta en una fractura interna, religiosa, militar y política, y una confrontación internacional con dos bandos bien delimitados: de un lado, Arabia Saudí, Qatar y las otras petromonarquías del golfo, firmemente respaldadas por Estados Unidos, Europa y Turquía, que apoyan y arman a los rebeldes del Consejo Nacional Sirio (CNS) y su brazo armado, el ESL; de
otro, Rusia, China e Irán, que protegen, aunque en grado diverso, al régimen de Asad y al
mosaico de minorías que le acompañan en la resistencia.
CLAVES DE LA NO INTERVENCIÓN. ¿Por qué es tan difícil resolver este conflicto, en comparación, por ejemplo, con la intervención en Libia?.
Una acción al estilo de Libia, sin un compromiso internacional y un claro plan de estabilidad posterior, desarrollaba el peligro de generar unos efectos secundarios en los cuales el terrorismo sería quien más tendría que ganar.
En Siria los rebeldes no controlaban una parte grande del territorio, existe, en un lado, una fuerza aplastante, muy fuerte, y en el otro hay una fuerza frágil y fragmentada. Además, una minoría ha gobernado el país durante muchos años con un mecanismo que le da el control de las Fuerzas Armadas y de las instituciones. La familia del presidente Asad y los puestos clave en Siria son de la minoría alauí , y son un 12 por ciento de los sirios.
Las manifestaciones iniciales se esforzaron en demostrar que la revuelta no era contra los alauíes, sino contra la dictadura de Asad, pero no lo lograron. Los alauíes creen que si los Asad se van irán a por ellos. Los cristianos, aunque estén menos implicados, también. Al contrario que Gadafi, el régimen no está solo ni está defendido por mercenarios.
Su ejercito es sólido, además rusos e iraníes aún les envían armas -Naciones Unidas no ha impuesto un embargo por el veto ruso- y las deserciones que ha habido se limitan sobre todo a soldados rasos suníes. Las divisiones importantes y bien armadas son en su mayoría alauíes.
Además es un país crucial para Irán y Rusia. Su emplazamiento hace que Irán llegue a Líbano y a Hezbolá por tierra. El puerto sirio de Tartús es la única base rusa en el Mediterráneo.
Si se iniciaba una intervención sobre el terreno, Siria demostró que no se rendiría, tiene buen armamento y tiene aliados; tiene hasta peligroso armamento químico. Los países que enviarían sus soldados allí por causas humanitarias eran conscientes de las bajas. Y del gran coste político al enfrentarse a su opinión pública. .
Sumemos estos puntos a la escalada del conflicto ya que este ha desbordado las fronteras . Las regiones fronterizas del Líbano y de Turquía viven ya al ritmo de la guerra siria, creando se un nuevo Estado Islamista. En el Líbano se han producido combates entre aliados y opositores del gobierno sirio. E Israel se mantiene por el momento al margen, pues prefiere si caen los Assad es muy posible que sean remplazados por un régimen que el régimen fundamentalista.
De este modo, ante la pregunta de por qué se intervino militarmente en Libia y no en Siria se podría razonar que en Libia una intervención no producía un mal mayor, en este caso la suma de los posibles escenarios no sale nunca como positiva.
Pero el coste inicial se multiplica ahora por la aparición de un nuevo y potente jugador, el EI.
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