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jueves, 31 de julio de 2014

EL USO PERMITIDO DE LA FUERZA. KOSOVO (II)

DESCRIPCIÓN  DEL CONFLICTO
Podríamos remontarnos muy atrás (desde la época Turca) para ver y resaltar las diferencias entre regiones que se marcan en los Balcanes.
Pero centrándonos ya en el siglo pasado y el corto desarrollo de este, pondremos como puntos esenciales la incorporación de Kosovo a Servia en el año 1913, y el termino de la II Guerra Mundial, cuando se  se proclama la República Federal Popular de Yugoslavia, compuesta por seis repúblicas autónomas: Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia.
En  1974 Tito,  concedió a la provincia de Kosovo una autonomía constitucional tan amplia que pareció ser la solución definitiva a las tensiones, existentes durante algo mas de una década.
Para los albanokosovares la constitución implicaba un cambio importante y sugerente, implicaba entre otras cosas que Kosovo se convertía en un territorio con delimitación diferenciada e implicaba un acrecentamiento notabilísimo de los derechos de autogobierno, pero, es verdad, que al mismo tiempo no resolvía el que estimaban era el problema de fondo, Kosovo seguía sin ser una república yugoslava y por tanto no disfrutaba de un derecho de autodeterminación.
La lectura que desde el nacionalismo serbio se hizo fue muy dispar, lo que sugería es que Kosovo en los hechos estaba escapando al control ejercido desde Belgrado.  Aunque Kosovo siguiese siendo formalmente un territorio serbio, en la realidad los derechos de autogobierno que empezaba a adquirir en 1974,  Belgrado no tenía ya un control total sobre la región.
En el 1981 una revuelta de estudiantes y trabajadores proclamó la República de Kosovo lo que provocó una airada reacción del gobierno de Serbia el cual utilizó métodos de represión en contra de los albaneses para acabar con sus esperanzas de independencia. Este conflicto tan temprano en la década marcó las relaciones entre el pueblo Serbio y albanes residente en Kosovo.
En 1989 Slobodan Milosevic le retira a Kosovo su estatus autónomo, se prohibió la enseñanza en albanés, y los funcionarios albaneses fueron sustituidos poco a poco por serbios y montenegrinos. El rígido nacionalismo serbio provocó un creciente sentimiento de autonomía entre los albaneses de Kosovo.
La primera de las consecuencias fue un acrecentamiento sensible de la tensión en Kosovo y en las restantes repúblicas yugoslavas.  La política de represión urdida por el gobierno serbio no alcanzó durante bastante tiempo sus cotas más altas. Uno de lso motivos es  la propia composición demográfica de Kosovo, la distancia entre el 90% de la población de origen kososvar y la minoría serbia era tan abrumadora que cualquier política de represión chocaba con este “inconveniente”.
En 1992 Yugoslavia desaparece, pero Kosovo seguía formando parte de la pequeña Yugoslavia. Los albaneses de Kosovo limitaron su resistencia, bajo la dirección de Ibrahim Rugova,  a un boicot general de medidas serbias.
Se organizó la resistencia pacifista, se llamó a la desobediencia civil y tributaria, al boicot de la presencia serbia y yugoslava en la provincia y a la no participación en elecciones, la creación de escuelas, clínicas y hospitales paralelos.
Este movimiento de resistencia pacífica es admirable, y más por no existir períodos en el pasado más o menos prolongados de democratización e industrialización previa en esa región.
En realidad, presenta todos los elementos para que este movimiento no aparezca ya que  es un país que carece de tradición democrática en el pasado,  apenas industrializado, sometido durante mucho tiempo a la dominación del Imperio Otomano.

Pero es en este territorio donde este movimiento de respuesta espontánea surge donde   la sociedad civil más sobria, más autoorganizada de toda la Europa Central y Oriental contemporánea  ve la luz ente una situación muy tensa.
Pero este admirable movimiento   no estaba generando resultados, los años fueron pasando y la situación en Kosovo se fue enquistando, de tal suerte que el propio movimiento fue perdiendo imaginación y apenas adquirió capacidad de contestación efectiva, desde la noviolencia, de las políticas del gobierno serbio.
Otro punto a tener en cuenta es resultado de la expulsión del servicio público de de los funcionarios kosovares. No les quedó otro remedio que “buscarse la vida” pasando a la economía  privada.
El desarrolló la  economía privada en Kosovo y la convirtió en significativamente más poderosa que la economía privada en Serbia. Además   generó rápidamente  los mismos efectos negativos en términos de injusticia social. Entre la población albanesa, ha aparecido una élite económica, claramente privilegiada, cuyo nivel de vida está a años luz del que exhibe la mayoría de la población.
Todo esto propicio que   una parte de la población  descontenta con los resultados del movimiento de desobediencia civil, pasara  a engrosar,  las filas del Ejercito de Liberación de Kosovo (ELK (UÇK en Albanés)) un grupo terrorista secesionista, que buscaba la autonomía kosovar a todo costo, abandonado  el camino de la respuesta noviolenta y asumiendo  el horizonte de una reacción militar a la represión Serbia.
Sumemos esto al otro punto de vista el Serbio.  En el otoño de 1997 en Serbia se celebran elecciones y el resultado final de dichas elecciones fue la configuración de un gobierno de coalición en el que, junto al partido de Milosevic -el Partido Socialista-, está presente el Partido Radical, de  Vojislav Seselj, con un discurso  de nacionalismo agresivo e imperial.

La visión de Seselj,  es que el conflicto de Kosovo sólo se resolvería el día en que los albaneses desaparezcan del territorio.
Este acceso al poder de los  radicales, es lo que contribuye  radicalizar las políticas del gobierno serbio, por lo que en 1998 el conflicto pasa a un nivel distinto.
En 1999, Milosevic consideró peligroso al ELK , e inició una guerra civil contra Kosovo. La estrategia de este grupo se mantuvo constante desde el principio: provocar a las fuerzas serbias de manera que la respuesta, cada vez más desproporcionada, produjera rechazo y, con ello, mayor apoyo a la causa albana.
Sólo en el primer año  las estimaciones al uso hablan de una guerra que ha generó unos 2.000 muertos y del orden de 300.000 refugiados, aproximadamente un 15% de la población de Kosovo.


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